Ya veo que vas dejando
tu vida atrás, tu sueños
de hada buena, tus sonrisas
de niña se han convertido
en llanto por un final.
Maletas que arrastras
por el andén de una estación,
fría y cansada de tanto transitar,
tu vida en la maleta,
mi vida acabada en un final
de cuentos de hadas malas
que nunca ningún niño leerá.
Tú y la estación, y un gorrión
que picó tu zapato para recordarte
que la vida es algo más que
coger la maleta y marchar.