"Mire, yo pienso que el cerebro de un hombre es como un cuartito vacío, y su dueño debe elegir los muebles que coloca en él. Un tonto mete allí todo lo que encuentra, y así todos los conocimientos que podrían serle útiles quedan sepultados, o al menos mezclados con tal cantidad de cosas, que siempre le es difícil encontrarlos cuando los necesita. Un trabajador hábil, en cambio, es muy cuidadoso con lo que mete en la habitación de su mente. No guarda en ella más que las herramientas que necesita para su trabajo; pero tiene una gran cantidad, y muy bien ordenadas."