La última hoja calló
sinfonía de otoño caduco
y paseando por el boulevard
recogí el primer llanto...

¡¡Cuánto tiempo pasó!!!
aquel banco de madera
hoy está vacío...

Inocencia perdida,
campos verdes complices
de aquella gran historia...
la historia de una vida.

Frío amanecer que esculpe
las nuevas horas y escapa
de aquellos oscuros ojos
ojos delatores.

Los tiempos felices cambian,
y esas arenas abrasadas aún
recuerdan a la guitarra que
una vez escuché, cigarrillos
quemados y una canción
con relojes...

Tres chicas aburridas
y aquel apartamento rosa...
Todo era nuevo y precoz
como son las historias
de amor...