Miradas, gestos, ademanes complacientes, verbo fácil y un tanto procaz. Abanderando lo diminuto y lo simple, pero no, no es tan sencillo, el amaneramiento en aquellas frases rebuscadas y decididamente didácticas me hizo suponer a quien me enfrentaba.
Casi podía oler el verbo admirar, y algún que otro adjetivo lleno de "narcisismo superlativo", si, puede que sea una de mis apreciaciones, o quizás no, lo que si tenía claro era una cosa...el personaje en cuestión era volátil, como la bruma en una mañana de otoño, aparecía y "nada más".
Siempre me ha dado pereza escuchar eternas conversaciones vacías de contenido, que no llevan a ninguna parte, ni a ninguna conclusión aleccionadora, si, estos ingenuos que creen tener las ideas claras, los "egos bien alineados" me tocan un poco los cojones, porque en realidad, no saben lo que quieren y como lo quieren, no saben a donde van ni lo que buscan de la vida, de las personas, ni siquiera saben quien son...¿quizás clones?, ¿quizás titiriteros del verbo?, yo de momento voy a fagocitarme y meterme en mi burbuja, es donde más protegido estoy de estos peleles que aún creen que ahí fuera pueden ser "alguien con derecho a ser o no ser, alguien con el elixir de la verdad absoluta"...