Verano de ranas y luciérnagas, de olor a madreselva, en las noches en las que empecé

a decir adiós a mi infancia.

Luciérnagas que iluminaban mi vida y mi soledad, ranas que me cantaban nanas que nunca

nadie escuchará.

Olor, bello y suave de la madreselva que me hacia sentirme puro y yermo de malos pensamientos...

Adiós a mis ranas a mi osito de trapo que se rompió, a mi mundo de cuentos de finales felices.

Adiós mundo de caballitos de cartón...hola mundo...he crecido...pero ¿sabes?...no quiero vivirte,

no quiero sentirte...porque eres un mundo cruel, haces llorar, sufrir, no eres el mundo de cuando yo

era un niño...no eres el mundo con el que yo había soñado...¿Dónde está ese mundo?.