Maris tranquilitatis

Hacía tiempo que quería hacer una foto así, de una chica desnuda con algo de tela blanca, y con un puntito de verano.

Además me apetecía darle un toque tranquilo, de relajación, de paz. Maribel interpretó perfectamente mis instrucciones para esta pose y no era nada fácil porque teníamos bastante turista metiéndose en plano y que ni siquiera era capaz de dar un rodeo de medio metro para no molestar.

Es increíble lo maleducada que es la gente: algunos es que se metían entre nosotros sin el menor reparo, como si la playa fuese suya y molestásemos. Me pregunto qué les parecería si yo pisase sus toallas simplemente porque quedan en mi camino.

Y no eran jovencitos. Ni españoles tampoco. Para que luego digan.

Ella: Maribel Cerrillo
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